Cirugía Mínimamente Invasiva

Cirugía Mínimamente Invasiva

La cirugía de la columna vertebral ha avanzado de modo muy importante en los últimos años gracias al desarrollo de técnicas quirúrgicas  mínimamente invasivas. A través de pequeñas incisiones y separadores especiales podemos liberar las raíces nerviosas comprimidas, colocar tornillos y otros implantes o cementar las vértebras. El resultado tiene muchas ventajas como disminuir el dolor postoperatorio, menor riesgo de infección y de sangrado o disminuir la necesidad de transfusiones.

Para la realización de estos procedimientos nos ayudamos en el quirófano de diferentes técnicas avanzadas, como la monitorización neurológica continuada por parte médicos especialistas en Neurofisiología, presentes  en el quirófano, que controlan y previenen la posibilidad de una lesión neurológica durante la cirugía. También disponemos de aparatos de radiología de última generación y de métodos de navegación computarizada (O-Arm), que facilitan la colocación de los implantes minimizando los riesgos de malposición de los mismos.

Estas técnicas permiten lograr los mismos objetivos que la cirugía abierta tradicional pero sin los perjuicios y las posibles complicaciones derivadas de las heridas de mayor longitud y la agresión a los tejidos.

Cada caso es diferente y dependiendo de las circunstancias resulta más apropiado o no realizar una técnica minimamente invasiva o una técnica de cirugía abierta. En muchos casos, especialmente en cirugías extensas realizamos una parte de la cirugía (por ejemplo la colocación de varios tornillos, mediante técnica percutánea mínimamente invasiva) y otra parte de la cirugía más fundamental mediante cirugía abierta, reduciendo mucho la agresión.