Todos los seres humanos nos hemos de enfrentar a momentos de preocupación relacionados con la salud. Sin lugar a duda, en la vida de cualquier persona, los momentos de decisión sobre eventualidades que afectan a la salud propia o a la de un familiar cercano son extremadamente importantes y desgraciadamente pueden estar inmersos en un escenario de tensión emocional, sensación de vulnerabilidad e inquietud.

Los problemas de la columna vertebral son extraordinariamente frecuentes y discapacitantes. Si el problema deriva hasta tener que tomar una decisión sobre una probable intervención quirúrgica (desde una hernia discal a problemas más complejos), los pacientes además de enfrentarse a la sensación de “falta de control” y de “incertidumbre”, tienen que afrontar su decisión en un escenario de dolor incapacitante que muchas veces ocasiona problemas laborales o familiares.

Pero, además, los problemas de columna, por sus peculiaridades, especialmente los que afectan a la cirugía de columna lumbar, son especialmente complejos para tomar decisiones. Por un lado, los pacientes detectan que existen médicos con opiniones muy diferentes tanto en la indicación o no de la cirugía como en relación con la técnica quirúrgica más apropiada. Por otro lado, los pacientes también saben que una cirugía practicada mediante una técnica inapropiada puede ser definitiva e irreversible y llevar al paciente a una situación con dolor o incapacidad permanente para el resto de su vida.

Resulta evidente por parte del cirujano,  la importancia del análisis meticuloso de  cada caso, especialmente si va a pasar por el quirófano.

Desgraciadamente tanto en los Servicios de Salud Públicos como en las consultas de hospitales privados, muchas veces el paciente nota que su caso ha sido atendido de un modo deficitario, sin el suficiente tiempo, en consultas de médicos sobrecargadas.

Otras veces el paciente no queda satisfecho con las explicaciones de su médico pero no tiene más remedio que continuar incluso con desconfianza hasta el día de la cirugía debido a las dificultades para acceder a otras opiniones y a otros médicos.

Cuando uno tiene que enfrentarse a una decisión sobre una intervención, es legítimo preguntarse si otro cirujano podría ofrecer más información o una opción de tratamiento diferente. Este es el sentido por el que ofrecemos la disponibilidad de una “Segunda opinión sobre cirugía y patología de columna vertebral”.